La vida va de emociones, y las ventas también. De provocar deseos, bienestar y satisfacción en los usuarios, de marcas que entienden al consumidor, saben lo que necesita y tratan de sorprenderle. En ese proceso externo que son las ventas, y que está intrínsecamente relacionado con el proceso interno e íntimo que vive el cliente y que es la compra, las empresas tienen mucho que aportar para conseguir que el viaje que inicia el consumidor cuando siente una necesidad termine con una transacción. El funnel de ventas puede ser más y más eficiente, adaptarse al contexto histórico en el que se desarrolla y conseguir nuevos clientes.
Fuente: Blog de Inbound Marketing
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