Se supone que cuando abrimos una cuenta o perfil en una red social o al inscribirnos en cualquier site o plataforma de Internet, todos leemos los términos y condiciones de uso del servicio. En teoría es así, pero en la práctica, por una mezcla de falta de tiempo y bastante pereza, casi nadie hace caso de toda esa amalgama de pautas legales, reglamentos y permisos.
Si eres de los que considera que los términos legales no van contigo y que sólo es cosa de juristas o abogados, deberías saber que, por ejemplo, de acuerdo a esas condiciones todos los que queremos tener un perfil en Facebook nos vemos obligados a aceptar que dicha red social tenga permiso para usar nuestros contenidos (fotos, vídeo, textos) de la forma que le plazca. Y el resto de medios sociales tienen cláusulas similares.
Fuente: Blog de Inbound Marketing
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